La cueva húmeda y oscura.
Aquella trompa infinita ondulante y juguetona, siseaba cual culebra provocando su zozobra.
Voluminosa rosada proporcionada con un solo agujero, le dirigía emocionada hacia la cueva de sus sueños.
Oscura y húmeda, más a la trompa no importaba y se agitaba ante su dueño goteando espesa baba.
La trompa cavilaba preocupada por si no entrase, pues vista desde lo lejos ni un pajarillo colase.
Cualquier esfuerzo sería ínfimo por alcanzar el séptimo cielo, hundirse entre sus frondosas lianas le producía sofocante desvelo.
Al llegar a la puerta oblicua y ver tan estrecha abertura, empujo como un borrico rechinando con bravura.
Friccionando en balanceo cual péndulo retrogrado, la cueva fue cediendo a lo ancho y amoldando.
Hasta su completa largura para gusto de su dueño, que aplaudió con premura tanto ingenio y tanto empeño.
Allí cobijado en la cueva después de tanto trabajo, el elefante rosado quedó exhausto, dormidito y rezagado, soñando con otras cuevas de las que no hay que derribar muros ni rocas, y la trompa se le arqueó tiesa, pero esa es otra historia, mi querida Marquesa.
Dedicada a mí amiga infatigable Adara.
Y a nuestras noches de perversión y locura.
(Quizás le dé un retoque XDDD)
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5 comentarios:
Al llegar a la puerta oblicua y ver tan estrecha abertura, empujo como un borrico rechinando con bravura.
BRAVOOO!!! BRAVOOO!!! VIVAA EL ELEFANTE ROSA.
Ese trozo me encanta jajajaaja
Con lo espiritual que era yo.
Ainsss¡¡¡¡
XDDDDDDDDDDDDDDDDd
jajaja , ahora va a resultá que soy yo la que te pervierte por las noches jajajajaa.
Un texto muy original, has conseguido hacerme sonreir.
Un saludo!
Un relato que da entender varias cosas jejejej muy bueno Max...espero poder pasarme mas a menudo que ando últimamente muy liada, besossssss cielo...
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