EL CONTRATO DEL 59

Cuentan que, en la noche del 31, Noche de Difuntos, converge un tiempo sobrenatural que se extiende desde las 24:59 hasta las 24:59:59. Tiempo suficiente para realizar la invocación y firmar el contrato.Encended la vela y colocarla en la mesa junto el cuenco de agua. Desenrollar un pergamino no más grande de un palmo y de piel de cabra. Escribid vuestro nombre con apellidos, fecha completa de nacimiento y vuestras pretensiones; que no serán más de dos. Ahora en los segundos que os quedan mientras miráis dentro del cuenco recitad la invocación:Vosotros que yacéis en suspiro buscando el retorno de la pazA cambio de vuestra serenidad y aposento que hallaréis a través mi casa y rezoPido tan solo dos deseo que me desvela el sueño:Si han accedido a cumplir el contrato en el agua del cuenco verás una señal, puede ser desde un rostro ajeno, o a ti mismo colmado con tus pretensiones. Se debe doblar el pergamino y sellarlo realizando un paquete atado con un cordón y guardado lo más cerca de tu cama pero oculto de manos curiosas. Con este contrato te comprometes a que él o los difuntos que te concedan lo pedido moren en tu hogar a la espera a que te unas a ellos. Si porque te sintieses molestos por su presencia intentaras exorcizas tu vivienda atente a las consecuencias. Si alguien se hiciese con el paquete tendría poder sobre tu destino invocando a los mismos difuntos… ¡Cuidado con lo que pides!, si no cumples promesas.